02 junio 2017
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Se lee y se fantasea mucho sobre el concepto de Ciudad Inteligente. Las representaciones de estas ciudades en el imaginario colectivo, se encuentran muy influenciadas por el cine (desde los Tiempos Modernos al Informe Minority). Sin embargo, ¿qué pasa en realidad? Numerosas ciudades como Estocolmo, Río de Janeiro, e incluso Lyon se transforman, construyen y prueban modelos inteligentes. Pero concretamente, ¿qué es una ciudad inteligente?
La concentración cada vez mayor de personas en las ciudades los lleva a preservar y maximizar los recursos y la organización de forma irreparable.
Para entender el contexto, aquí hay dos observaciones :
El objetivo de estos pueblos, ciudades y territorios es apoyar a esta problemática social, política y ambiental.
La Smart City, o ciudad inteligente consiste generalmente en la optimización de costos, la organización y el bienestar de los habitantes. Este concepto de origen anglosajón no es nuevo.
Los pioneros en el campo son las grandes ciudades de Asia, como Hong Kong o Singapur. Desde 1980, los servicios avanzados y las tecnologías de punta son las principales actividades de Singapur, ciudad audaz y futurista. Esto se ilustra en particular por la ejecución del proyecto projet Supertrees, en cual consiste en la implantación en toda la ciudad de altos árboles artificiales de 50 metros. Estos árboles están equipados de moderadores de temperatura. Éstos iluminan, recolectan el agua de lluvia, etc.
El proyecto Supertrees en Singapur. Créditos: Budiman Salleh
De igual manera, encontramos a Corea del Sur y a los Emiratos Árabes en la construcción de ciudades inteligentes, verdaderos laboratorios conectados destinados a recibir a habitantes. La ciudad de Songdo, en Corea del Sur concebida en una sola pieza, se concluirá en 2017. Sus edificios se construyen de acuerdo a altos estándares de calidad ambiental de Estados Unidos. Sus caminos y edificios tendrán sensores y sistemas para medir, organizar el tráfico, anticipar y ajustar el consumo de energía.
En Europa, la realización de este concepto se ilustra de manera diferente. Países y ciudades europeas han optado por basar sus desarrollos tecnológicos en sus especificidades culturales y territoriales. Por ejemplo, Barcelona, debe primero elevar sus sistemas a niveles tecnológicos para alcanzar sus ambiciones. TransMilenio, el sistema de bus rápido se creó para luchar contra el tráfico que paralizó los ejes de la ciudad durante las horas pico. Hoy en día, la red de autobuses es la más grande en el mundo.
Por ejemplo, Barcelona, debe primero elevar sus sistemas a niveles tecnológicos para alcanzar sus ambiciones. TransMilenio, el sistema de bus rápido se creó para luchar contra el tráfico que paralizó los ejes de la ciudad durante las horas pico. Hoy en día, la red de autobuses es la más grande en el mundo.
Para cumplir el reto y alcanzar la condición de ciudad inteligente, cada ciudad debe tener un estado de ánimo “inteligente”:
Los pilares característicos de una ciudad son su economía, su movilidad, su medio ambiente, sus habitantes, su modo de vida y su organización.
La idea consiste en desarrollar medios y soluciones aptas para responder a las necesidades de la población, preservando sus recursos, el medio ambiente… El análisis y la valorización de datos ofrece a las ciudades la posibilidad de gestionar sus palancas económicas, ambientales, de la ciudadanía … Esta gestión inteligente se trata de la capacidad de vincular estas palancas, lo que les permite "desempeñar", ya no de forma individual, pero vinculando a unos con otros entre sí.
Por ejemplo, Los Ángeles optimiza las giras de recolección de basura con la ayuda del uso de sensores en los recipientes. La ciudad de Lyon lanzó una propuesta llamada Hublo, se trata de un centro de supervisión de explotación de agua potable. Este recolecta, visualiza y analiza en tiempo real los datos relacionados con el servicio de agua en la ciudad. Hublo permite a Lyon prever y organizar de mejor manera las intervenciones, reducir las fugas y el consumo de este recurso.
Implícitamente este concepto, lo que permitirá inventar la Ciudad Inteligente, son las conexiones entre estas redes, el cruce y la explotación de datos. A esto se suma la pregunta: ¿son las ciudades inteligentes un verdadero Eldorado del Big Data?
La importancia de los datos en la ciudad inteligente realmente tiene sentido. La lógica de las redes, la recopilación y el procesamiento de datos, la evaluación y medición de su potencial y sus limitaciones determinan el rendimiento de estas ciudades.
La plaza de la Nación, pronto será transformada en un laboratorio de ciudad inteligente. Credito : Francoise De Gandi
La recopilación de datos sobre infraestructura e instalaciones de ocio permite adaptar al personal necesario para los días y horas de presencia. Así también se garantiza la satisfacción de los usuarios y empleados.
La diversidad de fuentes, de datos, su masificación, los numerosos actores, requieren de un pilotaje conducido por la ciudad. La gobernabilidad y el intercambio de estos datos son dos principios fundamentales:
Por último, las condiciones reales del éxito residen en la interoperabilidad de datos, a saber, el acceso y la distribución de todos los datos a través de formatos estándar (incluidas les APIs). El desafío consiste en convertir a los datos disponibles en un formato legible y utilizable por los actores.
Por ejemplo, convertir un edificio en inteligente para optimizar su gestión de energía no solamente consiste en conectarlo a Internet. Se trata de permitir que otras herramientas y sistemas se comuniquen con los datos de asistencia, de temperatura. Este es un desafío técnico que las ciudades deben identificar de antemano.
Durante la pasada cumbre Data on Board, celebrada el 5 de noviembre, tuvimos la oportunidad de reunir a un elenco de cinco estrell ...
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